Blog de la Red de Biodiversidad y Sistemática en el INECOL

En este espacio público, los investigadores, técnicos y estudiantes del INECOL queremos difundir nuestras actividades y promover la divulgación del conocimiento sobre la biodiversidad y sistemática.
Xalapa, Ver. México. Junio 2008.

13 octubre, 2008

Que son los códigos genéticos de DNA, realmente?

La exploración de la biodiversidad, la clasificación filogenética y la identificación de muestras son las tres tareas fundamentales de la sistemática. Los obstáculos y dificultades en cada área son diversos, pero como biólogos todos sabemos lo difícil que es identificar taxonómicamente una colección de muestras, sean de plantas, animales, hongos, etc. Ademas de la muestra en buen estado y claves de identificación, frecuentemente se necesita el "ojo experto" del taxónomo especialista.

De identificadores morfológicos a identificadores moleculares
La disponibilidad de marcadores moleculares en la forma de secuencias cortas y muy especificas o restringidas a una especie permiten ahora la identificación rápida de muestras biológicas, sin claves de identificación morfológicas y sin la necesidad del taxónomo experto. Los "códigos de barras de DNA" son simplemente eso, marcadores moleculares cuya presencia permite identificar una especie.



Como sucede con cualquier atributo identificador (morfológico o molecular) los códigos de DNA fallan si la muestra pertenece a una especie que no ha sido previamente descrita y clasificada. Entonces antes de conseguir el "código genético" o DNA barcoding de la biota, los taxónomos deben explorar, descubrir, describir y clasificar las especies. Aun si el trabajo de clasificar ya esta hecho, las muestras de referencia para extraer el DNA deben estar bien identificadas, por el taxónomo experto. Ademas, el marcador molecular debe ser exclusivo o tener poca variación intraespecífica y geográfica para asegurar un porcentaje alto de identificaciones correctas de otras muestras futuras de la especie en cuestión. Un resumen reciente y excelente de la teoría y métodos de los códigos de DNA es el de Meir (2008, cap 7, en: Wheeler, QD, ed, The new taxonomy. Syst. Assoc. vol 76. CRC press).

Que tan exclusiva a una especie es la presencia de cierta variante del marcador molecular? Que tanta variación y repetibilidad se conoce de esa secuencia de DNA? Realmente son buenos identificadores? Las respuestas van desde el optimismo exagerado o ingenuo hasta el escepticismo total. Los pros y cons del DNA barcoding se han debatido en la literatura (Lipscomb et al 2003, TREE 18: 65-66; Mallet & Wilmott 2003, TREE 10:57-59; Tautz et al, 2002, Nature 418: 479; 2003, TREE 18: 7074; Seberg et al 2003, TREE 18: 63-65). Lo que es un hecho es que siguen surgiendo cada vez mas los ejemplos de casos de especies que sugieren moderar las expectativas del potencial real de los identificadores moleculares (Song et al 2008).

Recientemente Wheeler (2008) expreso la siguiente preocupación respecto a otro factor con repercusiones potencialmente negativas en la investigación sistemática:

Students of mathematics can use calculators to obtain answers to problems without bothering to learn the principles of mathematics but, in so doing, they deprive themselves of the education they need. In a similar way, identifying species in utter ignorance of anything about them, most especially their morphology and habits, can provide answers to questions, but reduce taxonomy to a service rather than a science, or even a serious past time. The Achilles' heel of these 'barcoders' is the theoretical weakness of DNA barcoding as it is currently advocated (Prendini, 2005; Wheeler, 2005; Little & Stevenson, 2007). It can be a tremendously useful and exciting new tool in our arsenal of species identification methods. However, we have only two choices in its implementation. Either we support taxonomists to discover and describe species that are subsequently identified by the use of DNA barcodes, or we reduce species from rigorously testable hypotheses to arbitrary phenetic clusters. Technical expediency is a poor bargain when divorced from theoretical rigour. If the epistemology of taxonomy is ignored, taxonomy itself will wither.

Y entonces por que tanto interés en financiar con enormes cantidades de dinero la colección de muestras de DNA en diversas partes del mundo?

Otra forma de trueque
Los españoles en el siglo XV entregaron cristales a cambio de oro, ahora las empresas transnacionales equipan laboratorios locales a cambio del trabajo de los biólogos como "mineros" de muestras de tejido y DNA de la diversidad local. Las patentes de los códigos genéticos y su uso como herramientas de identificación obviamente no estarán bajo dominio del "minero" sino del "joyero" quien mediante las bases de datos podrán agregarle valor a ese conocimiento. Ademas, los códigos genéticos y sobre todo el DNA total en manos de las transnacionales son la materia prima del lucrativo negocio de la ingeniería genética para "organismos genéticamente modificados" (organismos vivos modificados)!

Es interesante leer el texto de la Ley de Bioseguridad donde se reconoce:

En la década de los años ochenta, las compañías de producción agropecuaria y los cazadores de tecnologías útiles para los negocios, comenzaron a utilizar los descubrimientos de la investigación genética que desembocó en una nueva ingeniería genética agrícola centrada en la transferencia de unos pocos genes para obtener variedades más resistentes a las plagas o capaces de crecer en medios hostiles, o aún de presentar mejores características para su industrialización o conservación, lo cual no incrementa su potencial productivo, sino que al protegerlo, permite asegurar cosechas o disminuir mermas.

Un resultado inmediato de la ingeniería genética aplicada a la producción agrícola, es que los recursos naturales genéticos adquieren un alto potencial de valor comercial y estratégico, por lo que sus posibles usuarios, (empresas e investigadores del primer mundo) han comenzado a presionar por la posesión de tales recursos y aún a registrarlos (o intentarlo) como propiedad intelectual, en los países industrializados sin el consentimiento y participación de los países poseedores de tales recursos.

Este problema es una continuación del que presenta la aplicación comercial de las técnicas de la Revolución Verde, donde un grupo de compañías transnacionales obtiene la propiedad intelectual de las tecnologías, por compra a quienes las descubrieron, o patrocinando la investigación, con lo que tales compañías se benefician con la venta de técnicas y productos.

La experiencia con la Revolución Verde muestra que si en el terreno de la sociedad su aplicación trajo entre otros efectos, el de concentrar en pocas empresas dentro de los países, los beneficios de una producción agropecuaria aumentada, los resultados de la ingeniería genética podrían acarrear el efecto de privatizar especies completas de recursos naturales, incluso de algunas previamente existentes, y que son producto de la laboriosidad y cuidado milenario de los agricultores y campesinos de todo el mundo.

Se plantea entonces una contradicción clara en el terreno de la economía y de la ética

Las empresas sobre todo transnacionales, pueden pesar negativamente sobre los países, particularmente los del Tercer Mundo, al convertirse en dueños de especies enteras de sus recursos naturales, de sus recursos genéticos, de la experiencia acumulada durante milenios por los agricultores y por supuesto, de los insumos para la producción agropecuaria, no sólo la resultante de este nuevo avance científico, sino de la tradicional y de la que hoy se aplica con el nombre de Revolución Verde que serían desplazadas en un tiempo más o menos breve de la producción de alimentos; dejarían fuera de la producción a los campesinos y pequeños agricultores descapitalizados acentuando la polarización social y del ingreso y, sobre todo, se convertirían en factor de dominación y presión política, como se demostró durante la Guerra Fría con el uso de las cosechas de trigo como arma.

Este conflicto fue motivo de gran atención en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992, donde se pretendió establecer las bases de un sistema equitativo para el uso y conservación de tales recursos, conjugando el libre comercio de ellos con el intercambio de tecnologías y el reparto equitativo de los beneficios resultantes, que incluya por supuesto a los países que son dueños de los germoplasmas, esperando que todo ello pueda acarrear que todos los países se reúnan en la preservación de los recursos, la diversidad de las especies biológicas y el uso sostenible de todos ellos.

Por eso no sorprende la disponibilidad de tanto capital para financiar la iniciativa "Códigos genéticos de la biota mexicana". Tampoco sorprende la efervescencia entre la comunidad de biólogos por participar en el gasto del presupuesto para esta iniciativa. A través de los canales académicos como CONABIO y CONACYT se convoca a "competir" por los recursos de financiamiento para instalación de "laboratorios de proceso de muestras", donde se concentrarían los tejidos (plantas, hongos, animales, etc) para extracción y amplificación de DNA. La secuenciación se procesaría en laboratorios fuera de México. Las secuencias son propiedad del investigador por un tiempo (un año?) para análisis propios y publicación de artículos. Después son "propiedad publica", es decir son anexadas a bases de datos y accesibles a todos, por ejemplo, transnacionales, para desarrollo de herramientas de identificación. Mientras tanto el DNA total es para investigación y desarrollo de ingeniería genética. Las técnicas y productos derivados ya no son propiedad del investigador, ni son gratis!

El Banco Nacional de Biodiversidad según la ley de bioseguridad y sanidad es el depositario de la información genética de la biota mexicana pero en la forma de tejidos, cultivos, cepas, colecciones y otros recursos orgánicos según el Cap III, Art 18. La previsión y regulación para el caso de las secuencias de DNA derivadas de las muestras orgánicas según el Art 22 de la Ley de Bioseguridad estipula:

Artículo 22. No se otorgarán patentes a ninguna forma de vida, genoma o parte de este, pero sí sobre los procesos científicos o tecnológicos que conduzcan a un nuevo producto.

Para evitar que se creen frenos al desarrollo de los estudios biotecnológicos, el conocimiento de la secuencia de un gen no podrá ser patentado, ni se reconocerá patente alguna, sino como parte integrante de un procedimiento eventualmente utilizado para obtener un producto de utilización dada. El conocimiento de la secuencia del gen queda libre para el desarrollo de procedimientos y de productos sin relación con aquellos para los cuales fue acordada la primera patente.

Tampoco se reconocerán derechos de propiedad intelectual sobre muestras colectadas, o partes de ellas, cuando las mismas hayan sido adquiridas en forma ilegal, o que empleen el conocimiento colectivo de grupos o comunidades campesinas

El Comité Mixto, revisará las patentes y otros derechos de propiedad intelectual registrados fuera del país, sobre la base de recursos genéticos nacionales con el fin de reclamar las regalías correspondientes por su utilización o reclamar su nulidad.

El escenario esta puesto y las condiciones actuales de la educación e investigación científica en México proporcionan a las empresas transnacionales un campo fértil para intercambiar financiamiento de investigación por mano de obra de biólogos y materia prima de plantas cultivadas y mejoradas por generaciones milenarias de mexicanos, en el caso de los recursos agricolas, y en general muestras de la biodiversidad que crece en el territorio del país. La investigación biotecnológica utiliza precisamente esos recursos de la biodiversidad y las empresas e instituciones transnacionales o extranjeras lo hacen sin compensar adecuadamente al país por tal aprovechamiento. Cristales por oro, otra vez!

2 comentarios:

  1. Gracias por esta contribución a la comunidad sobre el los códigos de barras genéticos. Ojalá se debata más profundamente las fuentes de financiamiento de este proyecto y dónde quedarán depositados las muestras de ADN total.

    Evidentemente hay que tomar los recaudos necesarios, en mi opinión la ciencia de nuestros días esta mercantilizada, se ha dejado de preguntar ¿para qué o porqué? y solo se pregunta ¿cómo lo hago?

    Felicidades nuevamente

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  2. Mil gracias por la información que nos envías, de verdad espero que se abra una discusión CIENTIFICA sobre el tema.
    Hasta pronto y ojalá y la gente del INECOL lea la importante información que recopilaste.
    Jorge Glez-Astorga

    ResponderEliminar

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